¡Hágase de esta Manera y Punto!

INGRESARIOS: aprende a GENERAR Ingresos

Esta es una excelente frase exclamativa para definir la imperatividad - es decir la conveniencia de hacer algo de inmediato, - dentro del marco neuro biológico y con la opción radical de ¡Sí o Sí! >>, en cuanto a la supervivencia se refiere. Llegamos a esta etapa de humanidad suficientemente bien dotados con los programas neurovegetativos de reacción que cumplen con la instrucción primera y fundamental: ¡Primero la vida, primero la integridad, primero sálvate tú!

Parece que se nos olvida este “principio o reflejo vital” a través de las experiencias que trasegamos. Y sin importar si somos sensibles a este mecanismo o si somos conscientes o no de su funcionalidad, este sistema se activa de manera automática y autónoma dentro de nosotros.

Cada vez que nos sobrevienen o nos exponemos a eventos de riesgo inminente que tendrían el potencial de causarnos heridas e incluso de exponernos a la muerte misma, se activa una cascada de reacciones neurobiológicas que están encaminadas exclusivamente a garantizar, o por lo menos, a intentar la preservación y la supervivencia.

La percepción y expectativa del grado de riesgo o peligro de muchos de los eventos a los cuales nos enfrentamos, va cambiando a medida que vamos creciendo; porque con el crecimiento desarrollamos mayor fortaleza física, mayor independencia psicomotriz, más entendimiento y mejores recursos y herramientas para responder – más que reaccionar -, con lo cual concluimos en mejores e inclusive óptimas adaptaciones a las situaciones contradictorias.

No he escrito ni dicho hasta el momento nada novedoso que la mayoría de la gente no conozca. Así es esto. Simple y como proceso es también una cosa natural.

¿Cuál es la aportación al asunto desde la perspectiva de la Facilitación Mental Cuántica? Es Simple pero no fácil. Es otra manera de interpretar esta fenomenología de que dentro de nosotros y comprometiendo a la neurobiológia ocurre algo “más” que el producto solo del instintivo animal y con características de automatismos.

Para entenderlo y llegar a comprenderlo en su justa medida nos corresponde tocar primero que todo el tema de las temporalidades para las reacciones o respuestas que damos frente a los distintos eventos a los que nos enfrentamos, o simplemente, cuando nos vemos inmersos de forma inercial y hasta involuntaria en ciertas vicisitudes cotidianas y hasta ordinarias.

Es patente que “gerenciamos nuestras contingencias durante la vida dentro de unas temporalidades”. Sabemos que respondemos a los estímulos del medio externo o del interno, con respuestas, reacciones o adaptaciones, siempre dentro de un contexto o marco de tiempo. Los diferentes procesos biológicos dentro del cuerpo poseen su propio “temporizador”. Quizás no nos damos cuenta suficientemente consciente de en qué marco de tiempo hemos venido tomando X o Y decisiones. Y este solo ítem puede explicar la razón para que dichas decisiones hayan resultado como aciertos o en errores y fracasos.

Un ejemplo de esto lo constituye el reloj interno cerebral que ligado a la Sustancia Reticular Activadora – un grupo de neuronas situadas en el tallo cerebral- nos mantienen “on” despiertos o en “off” dormidos, lo que resulta finalmente en un comando para el ritmo del ciclo de la vigilia/sueño, que se sucede en el cerebro de manera automática y sin participación de la fuerza de la voluntad.